Es importante que la temperatura de nuestro hogar sea confortable en todas las épocas del año y sobre todo en invierno cuando las inclemencias del tiempo hacen que valoremos mucho la calidez de nuestra casa.
Puedes reducir el consumo si sigues estos sencillos consejos:
Comprueba que la presión de la caldera es la adecuada, normalmente deberá estar entre 1 y 1.5 antes de empezar a funcionar. Si tiene exceso de presión, la caldera tirará el sobrante mediante algún goteo. Si esto ocurre, aseguráte de que la llave de llenado de la caldera está correctamente cerrada.
Utiliza un termostato para regular la temperatura que quieres en cada momento. Cuando no estamos en casa o cuando dormimos podemos dejar que mantenga una temperatura de 18º porque está demostrado que es mejor desde el punto de vista energético mantener un ritmo de calentamiento homogéneo que dejar que la casa se enfríe y calentar de nuevo desde una temperatura mucho más baja. Durante nuestras horas diurnas en casa la temperatura debería estar entre 21 y 22º, como máximo 23º. Para despreocuparte de esta tarea puedes utilizar un termostato programable.
Purga los radiadores al menos una vez al año y sobre cuando enciendas la calefacción por primera vez en otoño. Es importante que no tengan aire para que calienten homogéneamente.