Giraremos la válvula del radiador con la ayuda de una llave especial o un destornillador hasta que salga todo el aire. Volveremos a cerrar la válvula cuando haya salido todo el aire y sólo salga agua. Habrá que controlar la presión de la caldera para que se mantenga por encima de 1 y 1,5 como máximo. Si cae por debajo de 1 deberemos abrir la llave de llenado de la caldera hasta conseguir la presión deseada.